- ¡Natalia, eres la siguiente! - interrumpió nuestra bonita conversación Laura, la psicóloga. Miré a Lucas y me dijo:
- Tranquila, entra que yo te espero aquí fuera. - mientras lo decía, sacaba su móvil del bolsillo.
Ahora si que estaba en estado de shock. Le sonreí y entré en la consulta. Todo era muy moderno, era así:
- Hola mi nombre es Laura. ¿Tú eres Natalia Salvador, no? - entré y ella cerró la puerta, Laura era un poco bajita. Lo que más destacaba era su pelo, era pelirroja, le llegaba casi hasta el culo. Tenía unos ojos preciosos eran azules oscuro, pero un azul intenso, intimidaban pero transmitían seguridad. Era de piel bastante blanca y con pequitas sobretodo en los mofletes. Su sonrisa era blanca y perfecta.
- Sí. - le contesté yo tímidamente, el día estaba siendo raro.
- La verdad es que...
- ¿Qué pasa, Natalia?
- Llámame Nat o Nati, por favor. No me gusta que me llamen por mi nombre me parece muy soso y serio.
- De acuerdo, bueno empecemos ¿Sabes por qué estás aquí, no? - me preguntó.
- Eh, bueno yo no estoy loca. - quería dejar las cosas claras.
- Claro que no. - me contestó ella, intentaba ser simpática pero no me iba a convencer. Yo solo la miré quería salir de aquí cuanto antes, no me gustaba hablar con la gente sobre mis sentimientos. - Bueno, he hablado con tu madre. - me miró seriamente. - Me ha comentado que no querías venir, me gustaría que te abrieras conmigo sabes que yo te voy a ayudar.
- No es posible, mi vida no tiene arreglo. - le dije fríamente.
- Bueno, me ha dicho que te vio cortándote para desahogarte, eso tiene a tu familia muy preocupada. Ellos piensan que no quieres vivir y que estás recurriendo al suicidio. Si mantienes esa actitud lo más probable es que te tengan vigilada las 24 horas y te internen en un centro ¿lo sabías, no? Y sé que en el fondo tienes la esperanza de que puedes arreglarlo todo, porque eres fuerte. - me miró, yo tan solo me quedé callada. - Tampoco pienses que venir aquí es de locos. ¿Por qué, qué es estar loco, vivir en un mundo imaginario, tener algo en el cerebro...? Pues yo creo que los locos son los más listos ya que son felices tal y como son viven en su propia historia como cuando nosotros soñamos, solo que algunos tienen pesadillas y recurren a hacer la peores cosas. - me miró y yo no sabía que decir porque no había entendido nada de lo último que acababa de contarme yo creo que estaba delirando, este sitio cada vez era más raro, donde me han traído por el amor de dios. - ¿Sabrías decirme cómo te sientes, quieres contarme algo relacionado con esto?- al decir esto me puso la voz dulce.
- No sé ni siquiera que hago aquí. Pff...
- Bueno digamos que no eres una persona abierta ¿no? Entonces te voy a pedir que me dibujes algo. - mm...se piensa que me voy a poner yo aquí a hacerle una obra de arte, le miré mal. - Tranquila que no tienes que dibujar mucho con una simple cara tipo emoticono me sirve. - de un cajón sacó ya una hoja fotocopiada y partida en 4 cuadrados. Joder lo tenían todo preparado dependiendo de tu problema de si estabas más o menos loco te daban una digo yo... Entonces me acordé de Lucas quería salir de aquí cuanto antes para volver a ver sus preciosos ojos.
(Narra Ali)
- ¡ALIIII! - me despertó Angie a las 7.
- Jodeeer -Estaba medio dormida. - Que es sábado Angie.
- ¿Estás tonta? Es tu primer día en Londres tendrás que ver algo.
- Diooos, me va a da algo.
- Vístete, mi madre está haciendo huevos.
- ¿Huevos? -Empecé a reírme, había olvidado que aquí desayunaban esas cosas.
- Sí, huevos. Te encantarán, los hace genial. ¡Venga! - Y se me tiró encima.
- Pues nada, huevos para todos. - Le di un beso en la mejilla y me levanté de la cama. - A ver, me voy a poner un vestido y una chaqueta vaquera. ¿Iré bien? - Le dije.
- Sí, muy sexy, pero los ingleses de aquí buscan mejor calidad. - Me dijo riendo.
- Perdón, pero aquí hay calidad. Y de la buena. - Le contesté dándole en el hombro.
- Bueno ves a la ducha, yo voy a vestirme.
- Sí, luego te veo.
- Oye, ¿y a tu hermano, quién le despierta? - me dijo Angela.
- Bua... Ahora voy yo. - dije saliendo de la habitación.
- Teteeee - me tiré al lado suyo. - Despierta gordo. - Le di un abrazo.
- Levántate, que tenemos que ducharnos. Su madre está haciendo huevos. - Me empecé a reír yo sola otra vez.
- ¿Por qué te ries? Estamos en Londres. - Me miró mal y acabó riendo.
- Va, levanta.
Salí de la habitación hacia la cocina. Me daba vergüenza ir con pijama, era un pijama muy infantil. Cuando Wes me vio empezó a reírse y yo comencé a morirme de vergüenza. Él iba con una camiseta de tirantes blanca y con una chaqueta y pantalones grises. Y mi pijama tan patético. Me senté ignorándolo, aunque su mirada me intimidaba. Me miraba con una sonrisa pícara y yo me enfadé. Será idiota, pero me atraía y mucho. Wes se levantó, se me acercó por detrás y me dio los buenos días mientras me daba un abrazo.
- No pongas esa cara, me encanta ese pijama. - me dijo.
En ese momento entró mi hermano que iba súper sobado, arrastraba los pies. Cuando nos vio dándonos un abrazo tan pegados los dos se despertó, era muy protector conmigo. Miró mal a Wes y luego se giró a ver a Angela, que entraba feliz por la puerta.
- Bueeenos díaaaaas a todos. -Dijo sentándose enfrente mía. También apareció su madre y nos dio un beso a todos, ahí fue cuando Wes se separó de mi.
- ¿Cómo habéis dormido? ¿Estáis bien? Seguro que tendréis hambre.
- Sí, muy bien, gracias.
- Me alegro, aquí hay huevos y tostadas recién hechas.
- Como los huevos de mamá no hay nada. - dijo Angela dándole un beso a Marie.
Nos puso los huevos, dos para cada uno. A parte de eso me comí dos tostadas con mantequilla.
- Mamá, voy a llevar a Ali y a Ricard a ver un poco los alrededores, para que se empiecen a familiarizar. - Dijo Angie.
- Angie, lo siento. Hoy tengo que ir a la uni para arreglar los papeles de la transacción de clases y todo. Otro día voy. Gracias de todos modos. - dijo mi hermano.
- Yo sí que me apunto, estará bien. - dije.
- Me parece genial, chicas. - dijo Marie.
- Pero Angie, el lunes tienes el examen de literatura. ¿No deberías quedarte estudiando? Mamá debe aprobar. - Dijo Wes, que capullo. Este me quiere desvirgar.
- Es verdad, ya ni me acordaba de eso. Lo siento, Ali ¿Te importaría ir con él? Bueno no sé ni para qué pregunto si está claro que te morías por ir con él. Si ahora te haré un favor y todo.
- Que dices tía, estás tonta. - Me cabreó que dijera eso delante de todos, vi como Wes sonreía.
- Guapa. - me dijo Angela, se levantó y se fue.
- Muy bueno, gracias. - Me levanté de la mesa y me fui detrás de Angie. Mi hermano miró a Wes.
- Si, gracias. - dijo Ricard y también se fue.
- Tía ¿ por qué has dicho eso? - le pregunté a Angela.
- Joder, se os nota muchísimo. Él está loco por ti, le conozco, y tú... pues también. Te gusta y lo sabes.
- Pero, ¿Estás loca? Le conozco desde hace un día.
- Amor a primera vista. - me empecé a reír.
- No, Angie.
- Sí, Ali.
- Que no me gusta, ni yo le gusto. Somos dos chicos que vivimos en la misma casa y que nos llevábamos mal y ahora hemos tenido una reconciliación y no llevamos bien, como dos hermanos. El chico es un salido.
- Dicen que el amor empieza a palos... - dejó caer Angie. - Ya me dirás que hacéis esta tarde. - dijo entrando en su habitación.
- Voy a vestirme, puta. - Le dije mientras me iba hacia la mía.
Me duché, me vestí y me lavé los dientes. Justo cuando acabé, Wes llamó a mi puerta.
- ¿Ya estás?
- Sí, vayámonos.
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SABEMOS QUE NO TENEMOS MUCHAS FANS NI NADA, PERO NOS GUSTA ESCRIBIR. HEMOS TARDADO BASTANTE, LO SENTIMOS. PERO UNA DE NOSOTRAS HA TENIDO BASTANTES PROBLEMAS PERSONALES, FAMILIARES. AHORA INTENTAMOS ESTAR MEJOR Y ESTAMOS INTENTANDO ESCRIBIR DE LOS CHICOS PORQUE ES LO QUE NOS GUSTA. GRACIAS POR COMENTAR, NOS MOTIVÁIS MUCHO CON LOS COMENTARIOS JAJA. PREGUNTAD LO QUE QUERÁIS :)