Fuimos andando y mientras le contaba lo de Valen, no me salían las palabras pero Natalia me entendía. Cuando llegamos yo estaba llorando, por Valen, pero sobretodo por ella. La necesitaba, y ahora estaríamos a no se cuantos kilómetros de distancia y posiblemente ya no nos volveríamos a hablar con el paso del tiempo. Cogimos una mesa y pedimos dos pizzas de cuatro stacioni. Nada más sentarnos le vimos, la persona más inoportuna tenía que llegar ahora. Quería que me tragara la tierra.
- ¡Ali! ¿¡Estás bien!? - me peguntó Nat, supongo que porque la cara me había cambiado totalmente al verle y además Nat no podía verle porque estaba despaldas a la puerta de entrada al restaurante.
- Ostia, es que el mundo me odia y quiere que me muera, todo lo malo me pasa a mi- le conté, ella me puso una cara rara.
- ¿Qué dices? Esto ya lo hemos hablado no digas estupideces, creo que la coca cola te afecta, cariño, olvida le - me dijo Nat, con esto último se refería nada más ni nada menos a la persona que acababa de entrar por la puerta.
- Mira quién acaba de entrar a este restaurante, que inoportuno. - le dije.
(Narra Natalia)
Nada más girarme lo vi, al mismísimo Valentín, joder es que parecía que nos siguiera. Me sentí muy mal por Ali, ella era la persona que me había cambiado la vida, a parte de la música, y había hecho que me despertará todas la mañanas con felicidad y sin ganas de querer suicidarme. Ella era la persona que le daba color a mi vida a parte de mi familia, era una persona única y no se merecía esto por nada del mundo. No quería que pasara su último día así, puto Valen.
- ¡Ostia! - fue lo único que dije después de verle y que casi me atragantara con la bebida, empecé a toser porque casi me ahogo.
- Eso digo yo, cada vez que lo veo me pongo mala, ¡No hagas ruido y escóndete debajo de la mesa, corre! - me ordenó Ali.
- ¡Qué dices loca! Pasa de él y si te dice algo ni puto caso, que se lo merece por gilipollas- le dije.
- Ya Nat, pero no es tan fácil.
- De todas formas el que debería de tener vergüenza de verte es él por todo lo que te ha dicho.
- Es que vergüenza no tengo, no le quiero ver. Eso es lo que me pasa.
- Ven, cámbiate el sitio conmigo y así no le ves ¿quieres? - le dije amablemente.
- Gracias - me dijo Ali con una sonrisa en el rostro.
- ¿Le sigues queriendo a pesar de todo? - se me ocurrió preguntar.
- No sé, no me entiendo, es que todo está pasando muy rápido. Hace poco conocí a una gran persona que le hacían bullying y que dice que gracias a mi es más fuerte y ahora esta persona y yo somos inseparables, luego está tarde me voy a Londres porque me he mudado allí, pero porque conocí a una chica que es genial y es de allí y ahora de repente mi novio, bueno mi ex me dice que no me quiere y no se que ¿sabes? y todo esto en 1 mes y medio.- yo solo le miraba asintiendo y con mirada comprensiva.
Antes de que le contestara llegó el camarero y nos dio las pizzas. Nosotras en seguida empezamos a comer. No hubo conversación, las dos estábamos pensando mientras comíamos, yo pensaba que Ali se iba y que puede que nunca más la volvería a ver, ni comería con ella como hoy, ni me reiría con ella ni nada. También pensaba que haría yo ahora en el instituto ¿me volverían a hacer bullying? quien sabe...
(Narra Ali)
Yo creo que Valen no nos había visto porque si no habría venido a decirnos algo porque era muy rencoroso. Además estábamos bastante lejos de la puerta y no se nos veía bien. Acabamos de comer y Nati pagó tras una breve discusión por ver quien lo hacía. Eran las tres y media y mi vuelo salía a las siete y como siempre había que estar 1 hora y media más o menos antes de la hora en la que sale tu vuelo. Decidimos ir al Starbucks a por un café para llevar y después nos fuimos a mi casa a terminar de coger las cosas y cuando entramos allí estaba mi hermano con una hoja en la mano y dando vueltas como si estuviera pensando.
- ¿Qué haces?-le decidí preguntar.
- Estoy intentando escribirles una carta a papá y a mamá.
- ¿Una carta, para qué?
- Pues habrá que dar una explicación de por qué no estamos.
- Esos no se merecen nada, si no les importamos les dará igual.
Mi hermano me miró mal y se puso a escribir, en fin a lo mejor tenía razón, no sea que mis padres llamen a la policía y me jodan mi nueva vida en Londres. Natalia y yo fuimos a mi habitación.
-Ali, voy a dejarte un rato sola con tu hermano para que acabéis de arreglarlo todo y os preparéis.
-Muchas gracias Nat pero ¿vienes a acompañarme al aeropuerto, no?
-Claro que sí, como no voy a despedirme de ti amorrrrr - me dijo mientras se me echaba encima para darme un beso.
-Quita tonta, que me he duchado antes.
-Serás puta. -Me miro muy mal y nos pusimos a reirnos. Echaré de menos estos momentos con ella. Con la que he pasado lo mejor de mi vida, llamemos le mi hermana. -Bueno que si, que te quierrro fea. Llámame cuando quieras verme.
-A todas horas, ¿no ves que me pones? Es broma, ¡venga tira! -Nos dimos un beso y se fue de mi cuarto.
(Narra Natalia)
-Doy asco, mi vida da asco.
¿Para que quiero seguir así? ¿Que coño voy a hacer sin Ali? Ella me lo ha dado todo, me ha enseñado a sonreír, cosa que no conocía; pero sobretodo me ha enseñado a vivir e intentar estar contenta y orgullosa ignorando lo que me puedan decir los demás. Le admiro mucho. Pero ahora, se va joder.
No podía más, no me controlaba. No quería hacerlo, no quería venirme abajo después de todo. Pero no me quedaba nada, prefería morirme. Cogí las tijeras de la cocina y entré en mi habitación. No servía para nada, no se que hacía en este mundo. Quería liberarme de todo y esta era la única manera. Empecé a chillar y a llorar. Mis padres y mis hermanos a saber donde estaban, así que nadie me podía oír ni ayudar. Entonces, seguí. El mundo se paraba, sentía alivio pero no podía con tanto. Quería que toda mi rabia y pena saliese. Lloré, grité y me seguí cortando. Estaba en mi mundo, pensando en lo desgraciada que era que ni siquiera oí a mi madre entrar en casa. Yo seguía chillando y ella entró a la habitación asustada.
-¡Natalia! - Mi madre se quedó helada. No pudo reaccionar. A mi tampoco me salían las palabras. No era para menos, era mi madre. ¿Qué podía decirle?
-Ma-ma-ma mama, no..
-Pero ¿Qué haces, por qué hay sangre, por favor cuéntame lo que te pasa cariño? - esto último lo dijo sentándose a mi lado y mirándome con mirada maternal.
- No merezco vivir, mamá.
- Por favor no digas eso, tu eres una gran persona con un gran corazón que el mundo necesita.- me contestó.
- Por favor, dime lo que te pasa Natalia.- dijo mi madre una vez.
- Pff... Pues antes de conocer a Ali me hacían bullying y por eso te pedí varias veces que me cambiaras de instituto, hasta que conocí a Ali y mágicamente me cambió la vida ya no me hacían bullying y por fin podía decir que era feliz. Pero ahora Ali se muda a Londres y esta semana no ha ido al instituto y la gente me ha vuelto a poner motes, a pegarme, a insultarme y reírse de mi. Y mamá yo ya no puedo más, no sabes lo que es no querer levantarse de la cama ningún día por no querer ir al instituto y ver a esos imbéciles sin vida que solo quieren joderte, llorar todas las noches, cortarse para auto castigarte porque sabes que es tu culpa y que no sirves para nada. Mamá he pensado varias veces en suicidarme pero siempre que lo pensaba me venias vosotros a la mente, mi familia, y sabía que no podría hacerlo porque se que nos necesitamos todos mutuamente. Estoy cansada de hacerme la fuerte cuando se que es mentira y que soy una ... - no podía seguir, me estaba ahogando en mis propias lágrimas, mi madre también estaba llorando, no lo entendía, me abrazó muy fuerte.
- Me siento culpable de no ver todo lo que has sufrido y no haber podido ayudarte cuando lo necesitabas. Me siento como una idiota por no haberme dado cuenta antes de que no eras feliz. Pero cariño, veo que estás muy afectada por todo esto y creo que deberías ir a un especialista a que te ayude con todo esto.- me dijo mi madre, estaba loca... yo contarle mis problemas a alguien lo lleva claro.
- Mamá no pienso ir a un psiquiatra o psicólogo, ¡NO SOY UNA LOCA, SOLO ESTOY HARTA DE TODOS! y luego lo de Chris pues me agobio y me rayo la cabeza. Esto solo a sido un berrinche de mierda, no debería haberlo hecho, joder.
- Natalia, las dos sabemos que no eres una loca y también sabemos que no es un berrinche y que piensas que todo es tu culpa. Pero si tu no quieres la ayuda de nadie porque crees que no la necesitas, no te llevaré a ningún sitio por la fuerza. - me dijo mi madre.
Y en ese momento se fue y volvió con una fregona y el botiquín, limpió la sangre y me curó todos los numerosos corte que me había hecho, en el fondo me moría por dentro me escocían y me dolían demasiado pero por no querer preocupar a mi madre no grite mientras me los curaba. Luego se fue para que yo me recuperara, me fui a dar una ducha. Tenía que aparentar que no había pasado nada porque no le iba a cagar el día a Ali con mis problemas. Salí de la ducha y fui a mi habitación a por la ropa y casi me da un infarto porque empezaron a sonar 5 voces perfectas, me estaba sonando el móvil. Era Ali, obvio ya me echa de menos.
- Mi amooorr, ¿que quieres? - le contesté.
- Pues que el amor de mi vida, osea tú, venga para mi casa porque es la hora de irnos. -me dijo Ali.
- Oioioioi... No te me declares ahora que te vas, puta, me cambio y voy. Enseguida llego a tu a casa.
- Vale, te espero.-me dijo Ali y me colgó.
Me cambié, me despedí de mi madre, cogí las llaves y salí de casa. Mientras iba a casa de Ali empecé a pensar en lo que había pasado antes. Mi madre no se merecía eso, ella me había dado mucho. Y además ella ya tenía bastante con lo de mi hermano pequeño, Chris.
(Narra Ali)
Mientras me desesperaba porque Nat no venía. Empecé a pensar en como me iba a cambiar la vida en el instante en el que subiera a ese avión con destino a Londres. Como no empecé a pensar lo malo, que a lo mejor no todo era tan perfecto, era empezar una nueva vida a dos horas de mi casa. Lejos de los que en verdad son mis padres, pero a los que no les había importado firmar el permiso de la acogida temporal mía y de mi hermano. Esa sensación de que a mis padres no les importaba una mierda me frustraba y me daban más ganas de irme.
Quería empezar, con Angela, mi nueva hermana. Se que con ella todo sería diferente era majísima y nos entendíamos super bien. Ella tenía dos años más que yo, es decir 18. Yo hablaba bastante bien el inglés, tenía un nivel muy alto y eso hacía que nos comunicáramos más fácilmente y mejor. Era genial. De repente oí el timbre, lo que hizo sacarme de mis pensamientos, era la idiota de Nat. Me dirigí a la puerta y le abrí y está salto encima de mí.
- Oh, por fin llegas. Te echaba ya de menos.
- Si, y yo. - me dijo seriamente.
- Eh, ¿estás bien?
- Claro que si tonta. - y se me tiró encima para darme otro beso de los suyos.
- ¿Seguro? cuéntame lo que te pasa, por favor Natalia.- Le di un abrazo y le cogí del brazo para arrastrarla hasta mi cuarto.
- Alicia, por favor, estoy bien.
- No pareces estarlo, te conozco Nati.- nos pusimos frente a frente y note sus ojos húmedos. Ella intentó soltarse de mi brazo y deduje lo que podía haber pasado.
- Déjame ver tu brazo. - le pedí.- ¡NATI! ¿Qué coño has hecho?
- Déjame. - me contestó.
- ¿Estas tonta o que te pasa?- no podía creérmelo.
- Sí, soy gilipollas y no se por qué sigo viviendo.
- Nat, no vuelvas a decir eso nunca. Tu eres perfecta, eres una persona genial, siempre has estado ahí para mi. Y si el resto de la gente no sabe apreciarte es porque no te mereces estar con gente así, son todos unos capullos. Sabes que yo te adoro muchísimo, y no se porque has hecho eso. Sabes que siempre te apoyo en todo, pero no me puedo creer que te hagas esto, enserio.- no sabía que hacer , Natalia se puso a llorar desesperada, no sabía que hacerle.
- Ali, no es tan fácil. Pero prometo no volver a intentar hacerlo.- me sonrió y le correspondí con un abrazo y un beso. Y le fui a decir algo bonito al oído pero me interrumpió.
- Eh, no te acerques tanto. Que yo soy más de hombre. - me dijo Nat.
- Sabes que me adoras.
- Bueno no lo sabes tu bien, ven que te folle.
- Eh, mi primera vez será especial, no contigo, cerda. - le dije.
- Un respeto ¿no? ¿Y cómo será? - me preguntó Nat.
- ¿Tanto te interesa cochina? - Empezamos a reírnos. - Bueno, pues con sábanas limpias... - Nat se empezó a reír como una gilipollas y le miré mal pero luego me uní a ella. Eramos inseparables. Pero de repente oímos a Ricard chillándonos Estaba de mala leche, sería por la novia. Ya no le vería casi.
- Pobre de tu hermano, está muy cabreado por Blanca ¿no? - me preguntó Nat.
- Sí, pues ayer estuvo super callado. No sabía que decirle ni hacerle. Me da pena. Pero el también quiere irse ¿sabes?
- Bua, no quiero que te vayas. - me soltó Nat.
- Tranquila, no notarás mi ausencia.
- Ya bueno, no se por qué lo he dicho. - me contestó.
- Serás puta me he indignado. - le dije.
- Ay mi chica guapa. Venga coge las cosas.
- ¿Ahora me quieres?- pregunté haciéndome la indignada- Enga pa' tu casa vagabunda.
Nos quedamos las dos mirándonos y calladas, nunca íbamos a repetir estos momentos. Sí, ella iba a Londres a verme en verano. Pero no sería igual, siempre nos vemos a cada hora, pero ahora...
- Natalia - le dije con voz seria.
Ella me miró tímidamente - ¿Si Ali?
- En cuanto a lo de antes no lo volverás a hacer ¿verdad?
- Claro que no tonta. Venga vamos para abajo, que le taxi ya habrá llegado y quiero librarme de ti cuanto antes.
- Sabes que no.
Natalia no contestó, pero en sus ojos vi la respuesta " Más de lo que te imagina, ¿qué haré yo ahora? " Se me vino el mundo encima. Nati era una chica que había tenido muchísimos problemas y ¿si cuándo me iba le empezaban a hacer bullying otra vez? No podía ni pensármelo.
- Natalia, si tienes algún problema me lo contarás ¿no? Confía en mi para lo que quieras - La conversación anterior llena de risas y bromas había dado paso a una mucho más seria, era delicada.
Bajamos rápido y estaba Ricard esperandonos, le veíamos triste. Al final llegó el taxi, el conductor era el típico hombre con barriga cervecera. Era horrible y Nat y yo nos miramos complices y nos empezamos a reír.
- Sois unas pavas... - dijo Ricard mirandonos mal. Nosotras nos seguimos riendo y a él se le escapó una sonrisa. Era la primera vez que había sonreido en todo el día.
El taxista nos miró pervertidamente y cogió las maletas para ponerla en el maletero. Mi hermano vio la escena y le miró mal. Subimos al taxi, estuvimos en silencio todo el trayecto. Cada uno pensando en sus cosas.
- ¿Dónde os dejo? - nos preguntó el taxista.
- En la puerta. - le contesté secamente, puto pervertido, se había pasado todo el camino mirandonos por el retrovisor los pechos...
Bajamos del taxi y entramos en el aeropuerto.
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PREGUNTARNOS LO QUE QUERÁIS Y COMENTAR POR FAVOR... OS QUEREMOS :)
RESPUESTAS:
Hola Ana :)
A las dos nos gusta escuchar One Direction. Les adoramos. También nos gustan canciones de Little Mix, de un grupo de XFactor y de Olly Murs. A Carla le gusta mucho Justin Bieber, Ed Sheeran y Austin Mahone. A Vera le gusta Melendi y The Beatles. Y la mejor canción del mundo para nosotras: Candy, esa canción nos persigue.
Me gusta mucho <3 ¡Siguiente!
ResponderEliminarLa novela es muy enganchante! jajaja enserio seguidla porque seguiré leyendo :))
ResponderEliminarSuper fixe, continuem assim :) ( Super guay, seguid así!)
ResponderEliminarBesos, Sarah Karina
AAAAh , putas me encantaa
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