viernes, 12 de julio de 2013

Intercambios y esas cosas que tiene el verano.

Esto no es un capítulo ni nada, eh, JAJAJA.
Bueno, queríamos deciros que no vamos a poder subir capítulo porque Vera está en Irlanda. Y no tiene wifi ni nada entonces no podemos hablar, y estamos en crisis y las llamadas salen caras, y tenemos que ahorrar. Estará allí todo este mes, si lo sé tiene demasiada suerte, suponemos que el mes que viene subiremos unos cuantos para recompensaros. El capítulo 12 ya lo hemos empezado pero como no es lo suficientemente largo no lo podemos subir. Esperamos que lo entendáis, también que paséis unas buenas vacaciones.

SEGUIDNOS: @1Dsaven https://twitter.com/1Dsaven

martes, 11 de junio de 2013

CAP. 11: Truth is ... i'm in love.



(Narra Ali)

Fue un día súper especial, había estado hablando con él. Contándole todas mis cosas, mis problemas, hablándole de mis padres, de Natalia, de todo. Me olvidé completamente de Valen, ni lo nombré. Pasaba de recordar esa época y a ese capullo. Él me entendía, no me pasaba eso con Valen. Era como mi mejor amigo, o algo más que eso. Después de que empezara a besarme nos liamos unas cuantas veces sobre el césped, y me encanto estar con él. Acabamos y volvimos a casa, durante el tren no hablamos casi, él me cogió de la mano y simplemente nos mirábamos.

  -No le digas nada de esto a mi hermano por favor. - Le dije. - Se cabrearía mucho.

  -Tranquila cielo. -Me dio un beso.

Entramos en casa, estaba Angela viendo la tele con su madre.

  -Hola, ya estamos aquí. -Les dije yo.

 -¿Que tal ha ido?

  -Genial, Londres es precioso. Hemos hecho unas fotos súper bonitas.

  -Me alegro. -Dijo su madre.

  -Alii. -Me gritó Angela. -Te habías dejado el móvil aquí. Te han llamado 2 veces. Una era tu madre, la otra tu amiga Natalia. Yo no los he cogido por si era algo personal. -Me dijo mientras me llevaba hacia el cuarto y cogí el móvil.

  -Gracias, voy a hablar con mi madre. Estará preocupada. ¿Quieres ver las fotos?

  -Si, claro. -Le di la cámara y salió de la habitación.

Llamé a mi madre.

 -Alicia, cariño. ¿Como estas? Te llamé muchísimas veces y no me contestabas, luego la compañía de teléfonos me dijo que te cambiaste de número. Avísame cuando lo hagas, por favor.

  -Lo siento mamá. No me acordé.

 -¿ Qué tal en Londres? ¿Estás bien? Ahora estamos en Valencia otra vez, por si quieres volver.

  -Gracias, pero de momento estamos bien aquí. Ricard ahora esta en clases, luego te llamará.

  -Quería decirte que por fin nos han dado al niño.

  -¿Como que os han dado al niño?

  -Al niño que queríamos adoptar hace años, después de tanto papeleo le tenemos con nosotros. Aquí, es precioso.

  -No jodas mamá. ¿Por qué no me avisaste?

  -Cuando nos fuimos a América se suponía que era una sorpresa traer a Eric. Antes de que nos dijerais de que os ibais. Pensábamos que era mentira, luego vimos que no. Tampoco respondías a mis llamadas. No sabía que hacer ya.

  -¿Se llama Eric?

  -Si, te encantaba ese nombre. Siempre nos decías que cuando le adoptáramos querías llamarle así.

  - Mamá no dejes al niño nunca solo como hacías con nosotros, no lo merece.

  -Ali, os he dicho mil veces que no quiero que volváis a decir eso. Si nos íbamos era obligado, por trabajo.

   -Mama, ya se que era por trabajo. Pero teníamos 5 putos años, os necesitábamos.

   -No hables así, cielo.

  -Paso de hablar de este tema.

  -Si mejor, os hemos comprado un ticket de vuelta a Valencia.

   -Esa será mi decisión, ¿no?

   -Simplemente queremos veros, y Eric también. Si no sois felices aquí podéis volver a Londres. Te voy a pasar unas fotos del niño.

   -Vale, yo también quiero veros. ¿Cuando es el vuelo?

   -Dentro de 2 semanas, ¿te parece bien?

   -Si, por mi si. Aquí son fiestas.

    -Vale, pues perfecto. Estoy esperando verte.

   -Y yo mami. Te tengo que dejar. Te quiero muchísimo.

  -Yo te quiero muchísimo más cielo, nunca lo olvides.

   -Hasta mañana mami. -Le colgué y empecé a llorar. De repente mi móvil vibró, era mi madre otra vez. Leí el mensaje que me había mandado.

'Alicia cielo, os queremos más que a nada. Sois lo mejor que tenemos. Ahora hay uno más en la familia  se llama Eric. Es precioso, como vosotros. Estamos esperando veros, os vemos en 2 semanas. Adiós.'

Había añadido además 2 fotos de Eric, las abrí:




Cuando acabé de verlas me puse a llorar. El niño era precioso. De repente llamaron a la puerta.

   - ¿Sí? -intenté secarme las lágrimas. En seguida entró Angela.

   - Eh, ¿Qué pasa?

   - Mis padres... - No pude acabar la frase.

   - No llores, joder. ¿Qué pasa?

   - Iremos a verles en dos semanas, ¿vale? Pero volveré, estoy genial aquí y mi hermano creo que también.

   - No pasa nada, tranquila, tienes derecho a verles, son tus padres. ¿Ya estás bien con ellos?

   - Sí, esa movida ya ha pasado, todo arreglado. En realidad era por trabajo y aunque me jode era necesario, tampoco puedo quejarme hay gente mucho peor. - Hubo un pequeño silencio. - Además, han adoptado a un niño, Eric.

   - Tía, ¡qué guaaay!

   - Ya lo sé, ¿Quieres verle? Tengo fotos.

   - Oye, hablando de fotos mi hermano y tú, ¿qué? - me dijo sonriendo.

   - ¿Qué de qué?

   - Va no te hagas de rogar, he visto las fotos, cariño.

   - Ahh... ¿Y? Somos buenos amigos. - Angie me miró cómplice. - Bueno o algo más.

   - ¡OS LO DIJE SABÍA QUE ACABARÍAIS JUNTOS!

   - Anda deja de motivarte, exagerada. Tira para allá, que voy a hablar con Nat.

(Conversación por teléfono)

   - NATAALIAAAA

   - Alicia, joder, necesitaba hablar contigo.

   - ¿Qué pasa, puta?

(Narra Natalia)

*Flashback, esa misma tarde*

   - Lucas, me ha encantado venir a verte. Lo he pasado genial.

   - Sí, yo también. - Le veía raro, estaba como ausente.

   - Sí. - Le dije, me empecé a poner nerviosa. - ¿Va qué te pasa?

   - Pff... Nada. - le miré mal. - Está bien, que me gustas muchísimo y quiero abrazarte y besarte, no puedo seguir así, quiero empezar algo... - se calló.

   - ¿Pero, qué? Siempre hay un pero. - él se acercó más a mi. - Va di. - En vez de hablar se acercó a mi boca. Empezó a besarme poco a poco. Iba a hablar pero él se adelantó.

   - Calla y disfruta, tonta. - y siguió besándome.

*Fin Flashback*

   - ¿Y, tía, qué pasa? - preguntó Ali.

*Flashback*

Después de liarnos. Empezó a acariciarme.

   - Quiero que siempre pase esto. Quiero que seas solo mía. Quiero estar contigo. ¿Qué piensas?

   - Pff... A ver esto es difícil. - Lucas cambió totalmente el gesto. - Yo quiero pero no puedo, sé que ahora te daré igual. Pero está situación es complicada para mi. No sé como explicarlo... Te he cogido mucho cariño pronto, pero no podemos estar juntos.

   - ¿Por qué, si tú quieres? - Hubo un silencio, el buscaba mi mirada pero yo se la apartaba. - Bueno si no quieres contarlo, tranquila. -me dio un beso en la mejilla y me ayudó a levantarme. - Te acompaño a casa, ¿vale? - yo tan solo asentí y apoyé la cabeza en su hombro.

*Fin Flashback*

   - ¿Tú eres tonta, por qué le dices que no? - me preguntó Ali.

   - Ay, no sé. ¿Cuándo vas a venir a verme, eh puta?

   - No me cambies de tema. - Hubo una pausa- EN DOS SEMAAANAAAAAS.

    - ¿Qué diceeees?

Ali me contó la historia de su nuevo hermano y que ya se llevaba bien con sus padres. Y después de un rato colgamos.

Pasaron las semanas y llegó el día en el que por fin vería a mi amor, a la puta de Ali. Tenía unas ganas enormes además de por todo lo que se nos venía encima. Todavía no me lo creía, se que todo me costaría pero que pasará lo que pasará sería feliz. Me vestí y me fui al aeropuerto.

(Narra Ali)

Hoy era el día, volvía a España. Mi vida era perfecta, todo me iba genial. Solo que en nada empezaría las clases. Pero ahora solo pensaba en que volvería a mi casa con mi familia y con Nat. Wes nos acompañó a mi hermano y a mi  al aeropuerto, quedamos en que le llamaría nada más llegar. El trayecto se me hizo súper corto básicamente porque me dormí. Cuando bajé me encontré ahí a Nati y a mis padres. Baje y les abracé como si no lo hubiera hecho en años al igual que mi hermano.

   - Tía, te tengo que contar algo muy importante. -me dijo Nati.

   - ¿Qué pasa, puta? - pregunté.

-.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.-

COMENTAD POR FAVOOOOR. GRACIAS A TODOS LOS QUE LEÉIS NO NOS CREEMOS QUE TENGAMOS YA 2000 VISTAS. SEGUIDNOS: @1Dsaven.

jueves, 2 de mayo de 2013

CAP. 10: Dear heart, why him?


(Narra Ali)

Me duché, me vestí y me lavé los dientes. Justo cuando acabé, Wes llamó a mi puerta.

   - ¿Ya estás? 

   - Sí, vayámonos.

*Horas más tarde*

   -Wes, ¿A dónde me llevas ahora?

   -Pues vamos a dar otra vuelta. -Me contestó.

   -¿Otra? Wes, ¿Y si acabamos otro día? -Dije de mala gana.

   -Tu eres una vaga, eh.

   -No lo soy.

   -Si, además ¿No quieres ir a ver el Buckingham Palace? Es precioso, lo juro. -Me dijo intentando convencerme.

   -El Buckingham Palace, eh. -Le imité con ese acentito inglés.

   -Idiota eres. Mira, es este tren.

Subimos los dos, no había casi espacio. Los trenes solian estar llenísimos. Me tuve que pegar mucho a él, me sentí muy incómoda. Aunque me encantaba estar junto a él. Me miró y le sonreí. En la siguiente parada subió más gente aun. Que agobio.

   -'Próxima parada Buckingham Palace' 'Buckingham Palace'.

   -Es esta Wes. -Le dije después de que lo anunciaran.

   -Ya lo se, baja cuando te diga. Aquí viene mucha gente.

Bajamos y salimos a la calle por unas escaleas mecánicas. Al salir estaba todo lleno de gente, andamos hacia el Palacio. Era enorme.

   -Jo, que bonito es. -Me encantó aquel sitio.

   -Si, un día te traeré al cambio de guardia.

   -Si, se lo que es. Cuando vine a Londres fui a verlo, aunque no me acuerdo de nada. Tenía como 3 añitos.    
 
   -Recordé aquellos momentos con mis padres, antes de que estuvieran todo el rato viajando a África y América.
   -No sabía que habías venido antes.

   -Si vine. Vamos a hacernos una foto.  -Vimos a un hombre mayor pasar. -Perdone, ¿Puede hacernos una foto?
   -Claro. One, two, three. Hecho. -Nos hizo la foto, y sonriendo nos dio la cámara. -¿Así?

   -Muchísimas gracias, está preciosa. Adiós. -Nos dijo adiós con la mano y volvimos a lo nuestro.

   -Me gusta mucho. ¿Y si vamos a comer los bocadillos? Ya es la hora de comer.

   -Si, me parece bien. -Estaba muerta de hambre.

   -Volvemos a coger un tren. Ahora quiero llevarte a Hyde Park, es mi sitio favorito.

   -Vale, vamos.

Volvimos a subir al tren. Al bajar vimos a un amigo de Wesley. Le saludamos y me presentó. Parecía muy simpático.

   -Si, adoro Londres. Ahora vamos a Hyde Prak a comer algo, ¿no Wes?

   -Si, hemos estado todo el rato viendo Londres.

   -¿Quieres venirte? - Le dije yo, Wes me miró.

   -No gracias, voy a clases de guitarra ahora. Ya quedaremos otro día. Además, tampoco quiero interrumpir nada, eh tío. -Que capullos eran todos en Londres. Nos despedimos y seguimos andando.

   -Parecía simpático, me ha caído bien.

   -Si, es buen tio. Nos conocemos desde unos años. Yo antes iba a clases de guitarra con él.

   -¿Tocas? No lo sabía, que guay.

   -Sí, me encanta. De pequeño estaba en un grupo, luego nos separamos y ya no sé que ha sido de ellos.

   -Jo, que trágico. -Suspiré. -Oye, ¿Queda mucho para llegar?

   -No, pesada. Ves eso. - Me señaló un parque al otro lado del paso de cebra.

Llegamos al parque y estaba petadísimo de gente por todos lados. 

   - Vamos a un sitio que conozco, que nunca hay gente.

   - Yo no pienso andar más. - le dije cruzándome de brazos.

   - Va, no te quejes, que no es nada. Está a dos minutos andando despacio. - me dijo Wes sonriente.

Finalmente accedí y nos pusimos a andar. Estaba agotada. Después de 10 minutos llegamos. No había nadie. Wes sacó de su mochila un mantel de cuadros y lo puso debajo de un árbol donde había sombra y se sentó, mientras hacía todo eso yo le miraba.

   - ¿Qué te pasa ahora? - me dijo Wes.

   - Pues que eres un mentiroso. Estoy muerta. Me has tenido andando 4 horas. Te va tocar hacerme un masaje de pies o algo. - acabé de hablar y me tumbé en el mantel al lado suyo.

   - Luego te lo hago, pesada. - hubo un silencio mientras nos mirábamos a los ojos. - ¿Quieres comer?

   - Obviamente, no sé a que esperas en sacar los bocadillos.

   - No te hagas la resentida. Siéntate, anda. - me dijo mientras me daba el bocadillo.

   - Oye qué bien te has montado esto, ¿no? - dije antes de pegarle un mordisco a mi bocadillo de pechuga rebozada y bacon. 

Acabamos de comer. Comimos entre risas muchas miradas y algún que otro abrazo cariñoso.

   - Te apetece ver las fotos que nos hemos hecho. - yo simplemente asentí. Él sacó la cámara. Me senté a su lado. Empezó a pasar algunas fotos y poco a poco me fui apoyando en su hombro. Wes paró de pasar las fotos.

   - ¿Qué pasa? - le dije al ver que tan solo me miraba.

   - Estás cómoda, ¿no? Que sepas que tú cabeza pesa, cosa que dudaba ya que eres muy tonta.

   - Ais vale, pues si quieres me quito. - dije mientras hacía lo dicho.

    - Sé que estás deseando sentarte encima mío.

   - Si tanto lo estoy deseando por qué no lo he hecho, eh.

    - Yo que sé. ¿Por qué no lo has hecho, eh?

    - Si tanto lo deseas pues me siento. - Me senté entres sus piernas, en realidad tenía razón, lo estaba deseando pero él también. - Va, quieres pasar la foto, no sirves ni para darle a un botón. - Él me sonrió.

   - ¿A qué estás más cómoda así? -pasó la foto. Apareció una de los dos delante del Big Ben.

   - Adoro está foto, te lo juro. - dije.

   - Es perfecta. 

   - Es gracias a mi, ¿No has visto lo sexy que salgo?

   - Por favor, tú te has visto mira que cara más fea tienes.

   - Feo tú.

   - Sisi... Pero mi cara es realmente sexy y te pone, no mientas. - me empecé a descojonar.

   - Cualquiera que me vea sabrá que eres un mentiroso. - dije mientras me cruzaba de brazos.

   - Ay bendita ignorancia. Oye coge tu la cámara que me canso. - suspiré y la cogí. Wes me abrazó por la cintura y apoyó su barbilla en mi hombro. Yo pasé de su reacción y pasé la foto. En la foto aparecía él señalando algo del Picadilly Circus. 

   - ¿Qué vas, de listillo?

   - Obviamente. - y me dio un beso en la mejilla.

Seguimos pasando fotos había una barbaridad. Llegamos a una que nos habíamos hecho en el puente, en el Tower Bridge.

   - Mira qué guapos salimos. - dije. - Esta foto es preciosa.

   - Preciosa como tú. - me giré a mirarle. Estábamos a poco centímetros. - Ali, no es ninguna broma. - se puso serio. - Eres genial y desde el momento en el que te vi supe que me gustabas. Eres especial, diferente a todas. - me empecé a reír, parecía sacado de película, de internet. Wes empezó a besarme el cuello. Paré de reírme, vi que iba en serio. Quien sabe, a lo mejor le gustaba. Él paró su beso apasionado.

   - ¿Quieres qué siga? - me preguntó.

   (Narra Nat)

Por fin acabe la consulta. Esa mujer si que estaba loca, me hizo pintar caritas de mis sentimientos. ¿De que va? Me daba igual, no pensaba contarle mi vida. Alicia era la única que sabía de ella. Yo acabé cuanto antes. Quería verle. Le había conocido hace 2 horas, pero era perfecto. Además, él se había fijado en mi. Cosa que, aunque no sea fea no solía pasar. Y me gustó. Cuando salí el estaba sentado en la misma silla que antes. Tenía el IPhone negro en la mano y miraba los mensajes, cuando oyó abrir la puerta se giró hacía mi. Me puse super nerviosa y aparté la vista. Él lo debió notar porque soltó una carcajada. Caminé hacia él.

  - ¿Qué tal ha ido?

  - Pues mal. No se para que he ido, loca no estoy y esa mujer me trata como si lo estuviese  - Estaba enfadada con mi misma ¿Como podía haber llegado hasta aquí?

  - Eh, ya se que no estás loca. Y esa chica tampoco en realidad, es muy maja.

  - ¿Maja? Esta loca, me ha hecho dibujar cual tonta. No soy una niña, si quiero mostrar mis 
sentimientos lo haré con quien quiera, y si no, pues no.

   - Bueno, antes que nada decirte que esa mujer es mi tía  -Me soltó; yo me quedé super rallada, la había cagado. -Pero no pasa nada, te entiendo. Si necesitas a alguien con quien hablar me tienes aquí. Aunque nos conozcamos de hace nada. -Joder, me acabo de enamorar.

  - Muchísimas gracias Lucas, ya te contaré que es muy largo. - Le conté, no quería parecer pesada contándole mis problemas, pero tampoco parecer una sosa de mierda. Le miré y sonreí.
   -Me encantaría, ¿Quieres que quedemos algún día? -Me soltó así de repente. Joder, ¿Que le decía? Obvio que quería quedar con él, estaba demasiado bueno, era así: http://data.whicdn.com/images/51238524/tumblr_mhm48m6r6b1r5c3rso1_400_large.gif Ah, me estaba poniendo más nerviosa. No sabía como contestarle.

  - No se si podré. - Definitivamente soy tonta.

  - ¿Y si me das tu wa y quedamos por ahí? O al menos hablamos. Si quieres, claro.

  -Me parece bien, mi número es 625454332.

   -Ten, apuntalo tu. - Tenía una foto suya de fondo, salía guapísimo.

  -Claro. -Apunté el número y le di el móvil.

  - Espero que nos veamos algún día, ahora tengo que entrar a ver a mi tía. - Se despidió.

  -Eso espero, encantada Lucas.
-.-.--.-.--.-.--.-.--.-.--.-.--.-.--.-.--.-.--.-.--.-.--.-.--.-.--.-.--.-.--.-.--.-.--.-.--.-.--.-.--.-.--.-.--.-.--.-.--.-.--.-.-
GRACIAS POR COMENTAR. SEGUIDNOS EN TWITTER ES @1Dsaven , EL NOMBRE ES CUTRE PERO NO TENEMOS TIEMPO PARA PENSAR UNO MÁS ORIGINAL.   

martes, 16 de abril de 2013

CAP.9: You make me happy.


- ¡Natalia, eres la siguiente! - interrumpió nuestra bonita conversación Laura, la psicóloga. Miré a Lucas y me dijo:

   - Tranquila, entra que yo te espero aquí fuera. - mientras lo decía, sacaba su móvil del bolsillo. 

Ahora si que estaba en estado de shock. Le sonreí y entré en la consulta. Todo era muy moderno, era así: 

   - Hola mi nombre es Laura. ¿Tú eres Natalia Salvador, no? - entré y ella cerró la puerta, Laura era un poco bajita. Lo que más destacaba era su pelo, era pelirroja, le llegaba casi hasta el culo. Tenía unos ojos preciosos eran azules oscuro, pero un azul intenso, intimidaban pero transmitían seguridad. Era de piel bastante blanca y con pequitas sobretodo en los mofletes. Su sonrisa era blanca y perfecta.

   - Sí. - le contesté yo tímidamente, el día estaba siendo raro.

   - No te quedes ahí de pié, siéntate en el sillón. - me senté - Bueno, primero de todo quiero decirte que estoy aquí para ayudarte. Así que confía en mí para lo que sea. 

   - La verdad es que...

   - ¿Qué pasa, Natalia?

   - Llámame Nat o Nati, por favor. No me gusta que me llamen por mi nombre me parece muy soso y serio.

   - De acuerdo, bueno empecemos ¿Sabes por qué estás aquí, no? - me preguntó.

   - Eh, bueno yo no estoy loca. - quería dejar las cosas claras.

   - Claro que no. - me contestó ella, intentaba ser simpática pero no me iba a convencer. Yo solo la miré quería salir de aquí cuanto antes, no me gustaba hablar con la gente sobre mis sentimientos. - Bueno, he hablado con tu madre. - me miró seriamente. - Me ha comentado que no querías venir, me gustaría que te abrieras conmigo sabes que yo te voy a ayudar.

   - No es posible, mi vida no tiene arreglo. - le dije fríamente.

   - Bueno, me ha dicho que te vio cortándote para desahogarte, eso tiene a tu familia muy preocupada. Ellos piensan que no quieres vivir y que estás recurriendo al suicidio. Si mantienes esa actitud lo más probable es que te tengan vigilada las 24 horas y te internen en un centro ¿lo sabías, no? Y sé que en el fondo tienes la esperanza de que puedes arreglarlo todo, porque eres fuerte. - me miró, yo tan solo me quedé callada. - Tampoco pienses  que venir aquí es de locos. ¿Por qué, qué es estar loco, vivir en un mundo imaginario, tener algo en el cerebro...? Pues yo creo que los locos son los más listos ya que son felices tal y como son viven en su propia historia como cuando nosotros soñamos, solo que algunos tienen pesadillas y recurren a hacer la peores cosas. - me miró y yo no sabía que decir porque no había entendido nada de lo último que acababa de contarme yo creo que estaba delirando, este sitio cada vez era más raro, donde me han traído por el amor de dios. - ¿Sabrías decirme cómo te sientes, quieres contarme algo relacionado con esto?- al decir esto me puso la voz dulce.

   - No sé ni siquiera que hago aquí. Pff...

   - Bueno digamos que no eres una persona abierta ¿no? Entonces te voy a pedir que me dibujes algo. - mm...se piensa que me voy a poner yo aquí a hacerle una obra de arte, le miré mal. - Tranquila que no tienes que dibujar mucho con una simple cara tipo emoticono me sirve. - de un cajón sacó ya una hoja fotocopiada y partida en 4 cuadrados. Joder lo tenían todo preparado dependiendo de tu problema de si estabas más o menos loco te daban una digo yo... Entonces me acordé de Lucas quería salir de aquí cuanto antes para volver a ver sus preciosos ojos.

(Narra Ali)

   - ¡ALIIII! - me despertó Angie a las 7.

   - Jodeeer -Estaba medio dormida. - Que es sábado Angie.

   - ¿Estás tonta? Es tu primer día en Londres tendrás que ver algo.

   - Diooos, me va a da algo.

   - Vístete, mi madre está haciendo huevos.

   - ¿Huevos? -Empecé a reírme, había olvidado que aquí desayunaban esas cosas.

   - Sí, huevos. Te encantarán, los hace genial. ¡Venga! - Y se me tiró encima.

   - Pues nada, huevos para todos. - Le di un beso en la mejilla y me levanté de la cama. - A ver, me voy a poner un vestido y una chaqueta vaquera. ¿Iré bien? - Le dije.

   - Sí, muy sexy, pero los ingleses de aquí buscan mejor calidad. - Me dijo riendo.

   - Perdón, pero aquí hay calidad. Y de la buena. - Le contesté dándole en el hombro.

   - Bueno ves a la ducha, yo voy a vestirme. 

   - Sí, luego te veo.

   - Oye, ¿y a tu hermano, quién le despierta? - me dijo Angela.

   - Bua... Ahora voy yo. - dije saliendo de la habitación.

   - Teteeee - me tiré al lado suyo. - Despierta gordo. - Le di un abrazo.

   - Levántate, que tenemos que ducharnos. Su madre está haciendo huevos. - Me empecé a reír yo sola otra vez.

    - ¿Por qué te ries? Estamos en Londres. - Me miró mal y acabó riendo.

    - Va, levanta. 

Salí de la habitación hacia la cocina. Me daba vergüenza ir con pijama, era un pijama muy infantil. Cuando Wes me vio empezó a reírse y yo comencé a morirme de vergüenza. Él iba con una camiseta de tirantes blanca y con una chaqueta y pantalones grises. Y mi pijama tan patético. Me senté ignorándolo, aunque su mirada me intimidaba. Me miraba con una sonrisa pícara y yo me enfadé. Será idiota, pero me atraía y mucho. Wes se levantó, se me acercó por detrás y me dio los buenos días mientras me daba un abrazo.
   
   - No pongas esa cara, me encanta ese pijama. - me dijo.

En ese momento entró mi hermano que iba súper sobado, arrastraba los pies. Cuando nos vio dándonos un abrazo tan pegados los dos se despertó, era muy protector conmigo. Miró mal a Wes y luego se giró a ver a Angela, que entraba feliz por la puerta.

   - Bueeenos díaaaaas a todos. -Dijo sentándose enfrente mía. También apareció su madre y nos dio un beso a todos, ahí fue cuando Wes se separó de mi.

   - ¿Cómo habéis dormido? ¿Estáis bien? Seguro que tendréis hambre.

   - Sí, muy bien, gracias. 

   - Me alegro, aquí hay huevos y tostadas recién hechas.

   - Como los huevos de mamá no hay nada. - dijo Angela dándole un beso a Marie.

Nos puso los huevos, dos para cada uno. A parte de eso me comí dos tostadas con mantequilla.

   - Mamá, voy a llevar a Ali y a Ricard a ver un poco los alrededores, para que se empiecen a familiarizar. - Dijo Angie.

   - Angie, lo siento. Hoy tengo que ir a la uni para arreglar los papeles de la transacción de clases y todo. Otro día voy. Gracias de todos modos. - dijo mi hermano.

   - Yo sí que me apunto, estará bien. - dije.

   - Me parece genial, chicas. - dijo Marie.

   - Pero Angie, el lunes tienes el examen de literatura. ¿No deberías quedarte estudiando? Mamá debe aprobar. - Dijo Wes, que capullo. Este me quiere desvirgar.

   - Es verdad, ya ni me acordaba de eso. Lo siento, Ali ¿Te importaría ir con él? Bueno no sé ni para qué pregunto si está claro que te morías por ir con él. Si ahora te haré un favor y todo.

   - Que dices tía, estás tonta. - Me cabreó que dijera eso delante de todos, vi como Wes sonreía.

   - Guapa. - me dijo Angela, se levantó y se fue.

   - Muy bueno, gracias. - Me levanté de la mesa y me fui detrás de Angie. Mi hermano miró a Wes.

   - Si, gracias. - dijo Ricard y también se fue. 

   - Tía ¿ por qué has dicho eso? - le pregunté a Angela.

   - Joder, se os nota muchísimo. Él está loco por ti, le conozco, y tú... pues también. Te gusta y lo sabes.

   - Pero, ¿Estás loca? Le conozco desde hace un día.

   - Amor a primera vista. - me empecé a reír.

   - No, Angie.
  
   - Sí, Ali.

   - Que no me gusta, ni yo le gusto. Somos dos chicos que vivimos en la misma casa y que nos llevábamos mal y ahora hemos tenido una reconciliación y no llevamos bien, como dos hermanos. El chico es un salido. 

   - Dicen que el amor empieza a palos... - dejó caer Angie. - Ya me dirás que hacéis esta tarde. - dijo entrando en su habitación.

   - Voy a vestirme, puta. - Le dije mientras me iba hacia la mía.
Me duché, me vestí y me lavé los dientes. Justo cuando acabé, Wes llamó a mi puerta.

   - ¿Ya estás? 

   - Sí, vayámonos.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
SABEMOS QUE NO TENEMOS MUCHAS FANS NI NADA, PERO NOS GUSTA ESCRIBIR. HEMOS TARDADO BASTANTE, LO SENTIMOS. PERO UNA DE NOSOTRAS HA TENIDO BASTANTES PROBLEMAS PERSONALES, FAMILIARES. AHORA INTENTAMOS ESTAR MEJOR Y ESTAMOS INTENTANDO ESCRIBIR DE LOS CHICOS PORQUE ES LO QUE NOS GUSTA. GRACIAS POR COMENTAR, NOS MOTIVÁIS MUCHO CON LOS COMENTARIOS JAJA. PREGUNTAD LO QUE QUERÁIS :)

    



lunes, 4 de marzo de 2013

Sorry...

Bueno, lo sentimos mucho pero esta semana, al igual que la pasada, no vamos a poder subir porque tenemos exámenes finales y la semana pasada teníamos trabajos y esas mierdas. Y bueno como última esperanza tenemos que aprobar para que nuestros padres nos dejen ir a un concierto por lo tanto nos tenemos que aplicar nos bastante ya que somos unas vagas. Lo bueno es que el capítulo está en proceso y este fin de semana subiremos fijo. ¡Ah! Intentaremos hacer maratón para satisfaceros porque somos unas lentas escribiendo y porque donde vivimos vamos a tener una semana de fiesta porque son fallas. Pero no prometemos nada de la maratón ya que Vera es fallera y estará bastante solicitada. Esperamos que nos entendáis y gracias por comentaaaar! Os queremos :)

domingo, 17 de febrero de 2013

CAP.8: Huir, a veces es la única salida.


Bajamos del taxi y entramos en el aeropuerto.
Nos dirigimos a un mostrador para facturar las maletas. Las colocamos en la cinta y:

   - Se pasa del peso, a partir de ahora tiene que pagar por cada peso que se pase 20 euros. - nos dijo la chica del mostrador, no estábamos dispuestos a pagar más.

   - Mierda, yo necesito mi ropa. - refunfuñé.

   - Te he dicho que no pusieras tanta, pero como haces lo que te da la gana. - me contestó mi hermano de mala leche.

   - Cállate, siempre estás igual.

   - Puff... Venga ponte más ropa por encima. - me dijo Ricard.

   - Pero de que vas, no voy a ir con mil capas de ropa, déjame meter algo en tu maleta.

Mi hermano me miró mal, pero al final acepto y empezó a abrir la maleta. Yo saqué algunos suéteres y pantalones y mientras Nat se descojonaba de nosotros. La gente que pasaba se quedaba mirándonos porque estábamos montando un escándalo. Yo estaba pasando mucha vergüenza. Al final metimos algunas cosas en la maleta de mi hermano y en mi bolso. Nati se había quedado con una sudadera negra con unas frases grises. Esa sudadera le encantaba y como decirle que no a su cara de niña buena. Cuando vimos que la maleta ya pesaba lo que tocaba la dejamos y cogimos el equipaje de mano para ir a un banco para despedirnos como tocaba.

   - Bueno chicas, os dejo aquí. Dentro de 10 minutos vengo a por ti, Ali, y vamos a las aduanas. - me dijo mi hermano. 

   - ¿10 minutos solo? - dije un poco desesperada.

   - Sí, bueno Nat. Disfruta mucho y no te desanimes que en verano nos veremos. - Mi hermano y Nat se dieron dos besos y a mi me estaba entrando muchísima pena, ya no sabía si de verdad quería irme, pero ya era tarde. - Adiós Nati, te quiero.

   - Adiós Ricard, muchísimas gracias. Nos vemos dentro de nada, pasároslo genial en Londres. Seguro que os va genial, os lo merecéis, te echaré de menos, te quiero.

Nati y mi hermano se miraron y a mi me empezaron a caer lágrimas. A ellos también.

   - Bueno luego nos vemos. 

   - Hasta luego.- dijimos las dos a la vez.

   - Nati- le dije.

  - Entonces ¿Esto es una despedida, no?- me preguntó.

  - Sí, supongo. - empezamos a llorar muchísimo.- pero no es un adiós ni mucho menos, eh. Esperaré todo lo que queda de tiempo para que llegue el verano para poder verte.- Le dije como pude tragándome mi lágrimas.

   - Yo también, te quiero Ali. - nos quedamos mirándonos y finalmente nos dimos un abrazo, de esos que en momentos difíciles animan. Aunque en este momento poco podía animarnos. 

   - Yo también Nati. - Hubo un pequeño silencio hasta que Nat lo interrumpió.

   - No me lo puedo creer. - me dijo Nati.

   - ¿El que Nat?

   - Que vas a respirar el mismo aire que mis 5 ídolos, en el mismo país que ellos. Flipa.

   - ¿Solo te importa eso, puta? - Empecé a reírme y ella al final también.

   - ¿Ya os habéis despedido lo suficiente? - dijo mi hermano interrumpiendo.

Nat y yo nos miramos, había llegado el momento de separarnos. Le di un fuerte abrazo y ella me dijo al oído:

   - Prométeme que me llamarás todos los días y me informarás de todo lo que te pase.

   - Sí tonta, te quiero y recuerda que esto no es un adiós para siempre ¡Eh! - le di un beso. Mi hermano me cogió del brazo y me arrastró porque íbamos a perder el vuelo. 

   - ¡TE QUIERO ENANAAAA! - le grité.

Todo el mundo se quedó mirando nuestro numerito pero nos daba exactamente igual. Natalia empezó a llorar y me dijo:

   - ¡YO MÁS JODER!

Empezamos las dos a llorar como crías. Llegamos a las aduanas y me giré y vi a lo lejos a Nat quieta como un palo con mi sudadera en la mano y llorando desconsoladamente, me mataba verla así pero ya no podía ir a abrazarla. La miré por última vez y empecé a bajar las escaleras.

"ÚLTIMO AVISO A LOS PASAJEROS DEL VUELO 58FJ457-K CON DESTINO A LONDRES, EMBARQUEN POR LA PUERTA 13"

Era nuestro vuelo, subimos al avión y no sentamos en nuestros asientos. Me puse la música y justo me salió una grabación que hice con Nat hace bastante tiempo, empecé a llorar muchísimo y luego me dormí debido al cansancio.
Cuando me desperté vi a mi hermano despierto, pensando en lo suyo. Seguramente pensaba en Blanca. Le di un beso y él me sonrió. Yo le correspondí, aunque ninguno de los dos estábamos para sonreír. 

(Narra Nat)

Ya se ha ido, ahora estoy sola totalmente. Tenía miedo sentía que las cosas me volverían a ir mal, en clase y fuera. Me volverían a hacer bullying y no se que haría. Me daba miedo que podía hacer cuando estaba tan jodida ¿y si volvía a cortarme?. No podía. Seguía llorando, me dolía la cabeza y estaba mareandome. No quería volver a casa, encima estaba Chris. Lo suyo me jodía más aún. Pasó una hora y media y yo seguía en el suelo del aeropuerto con las lágrimas en los ojos sin saber que hacer. Ali estaría al llegar a Londres. Era super afortunada, ojalá yo también pudiera empezar una nueva vida. Llamé a mi madre y vino a recogerme, me vio llorando y muy triste pero decidió no preguntar y dejó que el silencio reinará en el coche. Llegué a mi casa y dije que no cenaría, básicamente no podía, tenía un nudo en el pecho que me estaba matando. Me dí una ducha y me fui a la cama para intentar dormir.

- Mientras en el salón de mi casa -

   - Cariño, hoy he llegado a casa y Natalia se estaba cortando. - mi madre le contó toda la historia a mi padre y a mi hermano mayor, Joan que se unió a la conversación, sin que yo me enterará.

   - Mamá, Nati necesita ayuda, no se si os habéis dado cuenta pero está mucho más flaca que antes. ¿No os habéis dado cuenta?. - dijo mi hermano.

   - Sí, hijo pero si no quiere comer ¿que hacemos, eh? - dijo mi madre.

   - Mamá, obligarla, necesita ayuda y más vale que actuéis ya si no queréis luego arrepentiros. - dijo Joan subiendo las escaleras para irse a su cuarto.

   - Natalia necesita ir al psicólogo, cariño. - dijo mi padre.

   - Pero ella no quiere ir ni en broma ¿sabes? y menos querrá ir a un centro. - dijo mi madre.

   - A un centro de momento no, hay que ver lo que le dice el psicólogo y ver si le sirve y luego ya se verá. - dijo mi padre.

   - Pues mañana se va directa al psicólogo, voy a avisarle.

Estaba yo en la cama intentando no llorar, cuando llamó mi madre a la puerta.

  - ¿Se puede? - me preguntó.

  - Pasa, mamá. se sentó en un lado de mi cama - ¿Qué pasa?

  - Natalia quieras o no mañana vas a ir al psicólogo, ya te he pedido cita, era para avisarte de que a las nueve y media estés lista. - me soltó así de repente mi madre.

   - ¿¡ PERO QUÉ DICES!? YO NO PIENSO IR A ESE LUGAR, MAMÁ, QUE SEPAS QUE MAÑANA NO ME PIENSO LEVANTAR. YA SABES QUE NO VOY A IR, NO SE NI POR QUÉ PIDES CITA. - le grité.

   - Vas a ir quieras o no y si no te quieres levantar te llevo en pijama, que por mi no hay problema. No voy a discutir más necesitas ayuda y lo sabes. Buenas noches. - dijo mi madre y salió por la puerta. 

Lo que me faltaba irme al psicólogo.

(Narra Ali)

Mi hermano y yo bajamos del avión. Aquí empezaría mi nueva vida. La gente de Londres parecía estar estresada y alterada, supongo que era porque vivían en una ciudad que tenía un ritmo muy rápido, pero todos parecían agradables, me gustaba esa sensación. Pero antes de poder observar a toda esta gente y decir mi punto de vista de la ciudad, tuvimos que pasar por bastantes, muchísimos, controles. Cuando por fin acabamos, fuimos a por las maletas, rezaba por que no hubiera habido ningún problema y estuvieran todas en perfecto estado, y efectivamente ahí estaban mis cinco maletas rodando por la cinta. Ya teníamos todas las maletas, alcé la vista en busca de Angela y la encontré en una esquina con un chico. Me fui corriendo hacia ella.

   - ¡ANGELAAAA! - grité nada más verla y solté las maletas y la abracé muy fuerte.

   - ¡ALIII! Por fin te veo y no es a través de una pantalla. - me dijo sonriéndome  me separé de ella y vi como mi hermano hablaba con ¿el suyo? un momento no me había dicho que tenía hermanos.

   - ¿Ese es tu hermano? - le susurré a Angela.

   - Sí. ¿Qué pasa? 

   - Joder, no me habías dicho que tenías un hermano que fuera tan tan sexy, viéndote a ti pensaba que sería feo. - Angela me miró y mal y noté la mirada de su hermano sobre mí, la verdad es que me sonrojé.

   - Hola soy Wesley, pero llámame Wes. - me dijo su hermano y me dio dos besos. Creo que me he enamorado, si estuviera Nat conmigo en estos instantes ya le habría dicho mi frasecita de "Pasa el mocho..."

Me presenté y hablamos un rato, luego Angela habló:


   - Bueno, vamos a la planta baja a buscar a mamá que está acabando de firmar el permiso de vuestra estancia. 

Mientras bajábamos en el ascensor me di cuenta de Wes era muy antipático conmigo porque de la media hora que había pasado con él en el aeropuerto me ignoraba vamos que solo le hacía caso a mi hermano y si le hablaba me contestaba secamente como si le molestara y encima ahora no me ayuda ni con las maletas. Pero aun así me ponía mucho, era rubio de ojos verdes y encima llevaba una camiseta apretada donde se le notaban los abdominales. Se abrió la puerta y salimos.

   - Esa es mi madre, Marie. - nos dijo Angela. Vi a una mujer alta y rubia, bastante atractiva para su edad. Me acuerdo que hace tiempo Angela me contó que su padre se fue de casa cuando ella tenía 7 años, dejando a su madre a su hermano y a ella. Por lo visto su padre le ponía los cuernos a Marie y también era un poco alcohólico y violento. Angela lo hecha a veces de menos pero sabe que es mejor que se haya marchado.

   - Hola chicos, ¿Qué tal el vuelo?, soy Marie.- Se presentó - traer las maletas, Wes ayúdale a Ali al menos ¿no? - este suspiro y cogió de mala gana mi maleta, yo tan solo le miré mal.

   - Hola, estamos muy bien pero un poco cansados.- le contesté a Marie.- no hace falta que me ayudes. - esto iba a Wes que tan solo me miro y siguió cogiendo mis maletas, pero seguramente lo hacía por la obligación de su madre.

   - Un poco agotador. Ah! y muchísimas gracias por todo estamos encantados. - le dijo mi hermano sonriendo le.

Subimos al coche y durante el trayecto Marie nos hacia las típicas preguntas sobre el vuelo, España y que pensabamos de Londres y todo eso. La verdad es que no me aburrí, al principio estaba un poco cortada pero la madre de Angela era majísima.

Llegamos a mi futura casa, era enorme, por lo que Angela me había dicho tenían bastante dinero, me di cuenta de eso cuando vi donde vivía. Vivía en un duplex enorme en el centro de Londres, un sueño para cualquiera. Nada más entrar en su casa me quedé boquiabierta era preciosa. Me dijeron que dormiría con Angela, yo ya sabía como era su habitación, era enorme. Cuando hablé con Angela por Skype la vi y era bastante diferente a la mía. Mi habitación de España era bastante desordenada, nadie me obligaba a ordenarla y así se quedaba. Además estaba llena de fotos de modelos, ya que a mi y a Natalia no encantaba el mundo de la moda y todo ese rollo, de grupos tipo The Beatles y fotos de mi familia amigos... Era marrón, bastante apagada, tenía unas lucecitas para dar un poco de vida. Mi casa de España era muy pequeña en general. Tampoco eramos muy ricos, no podíamos permitirnos más pero era acogedora a nuestra manera. Mi habitación, era así: 





La habitación de mi hermano era bastante más seca, era la habitación de invitados, y aunque era super amplia estaba bastante vacía. Le habían dejado una mesa y estanterías para que dejase sus cosas. Tenía todo lo de la universidad, él iba a venir a Londres para hacer un erasmus desde el principio y cuando yo le propuse la idea de venirse aquí, aunque solo fuera por un año.
Estaba en la habitación con Angela y le decidí preguntar:

   - Oye, ¿en que lado de la cama duermes tú?

    - Ahh! Yo no duermo aquí, yo duermo en la habitación de enfrente de esta.

   - Entonces toda la habitación es para mi, guay.- le dije.

   - Que zorra eres, encima que te dejo mi casa te alegras de no dormir con esta preciosidad. - me contestó Angela.

   - Venga va, cuanto te lo tienes creído tú ¿no?

   - Pero así me amas.- me dijo sonriendo.

   - Claro... Bueno vete que me voy a instalar. 

   - La cena ya está, baja cuando puedas. - eran las ocho, no me acordaba que aquí cenaban tan pronto.

Bajamos a la planta de abajo donde estaba la cocina para cenar. No tenía nada de hambre, pro no podía quedar como una maleducada ya el primer día. La cocina era muy moderna, como toda la casa, estaba muy bien decorada. En una estantería había una tele de plasma y pusimos las noticias de fondo. Nos sentamos todos alrededor de la mesa, había los famosos "hot dogs" y una ensalada. La cocina era así:


 Ni mi hermano ni yo comimos mucho. Los demás en cambio lo devoraron, claro para ellos esto era comer tarde.

   - Bueno, ¿os gusta vuestro cuarto? - rompió el silencio Marie.

   - Sí, muchas gracias de nuevo. - le dije amablemente.

   - Claro, la habitación es enorme. - dijo mi hermano. Marie rió. - Gracias. Estaba muy rico todo. 

   - Pero si no habéis probado nada. ¡Venga! - Le dijo Marie a mi hermano, aun riendo. Y nos levantamos y llevamos todo al fregadero.

   - Buenas noches a todos. -Dije yo antes de que todos marcháramos hacía las habitaciones.

   - "Adious, hasta manana"  - Intentó decirnos Marie en español. Todos volvimos a reír.

Cuando llegamos al piso de arriba, mi hermano se acercó a mi. Me dio un beso en la mejilla.

   - Me gusta mucho está casa y esta gente. ¿Tu estás feliz enana? - Me dijo al oído.

   - MUCHÍSIMO. - le dije yo chillando.

   - Ali y Ricard, ¿queréis ir a la ducha antes de iros a la cama? Ricard, tú tienes un baño pequeñito en tu habitación , puedes usar ese si quieres.

   - Ah, vale gracias.

   - ¿Wes donde se ducha? A ver si me pilla desnuda. - pregunté a Angela preocupada. Pero lo acabaron oyendo todos y a Wes no le hizo gracia, no se qué coño le pasaba conmigo. ¿Le había hecho algo?

   - Si tanto te molesta que esté, puedo compartir el baño con tu hermano. Y mi hermana y tú en el mismo.

   - Vale, me parece bien. Mamá tiene su propio baño así que por ella no nos tenemos que preocupar. Si a vosotros dos os parece bien, todo arreglado. - Dijo Angela, era una chica con ideas claras. Me gustaba su carácter y su personalidad. Era fuerte, como yo. Y al tener el mismo carácter nos uníamos más.

   - Perfecto. - dijimos mi hermano y yo.

   - Pues hecho. - finalizó Wesley.

   - Angela, yo me voy a mi cuarto y si me dejas me daré una ducha. Estoy agotada. - dije.

   - Yo también Wes. - añadió mi hermano. - Buenas noches a todos.

   - Adiós. - dijo Angela, su madre ya se había ido hace poco.

Llegué a mi cuarto, Angela me había dicho que podía decorarla como quisiera. La verdad es que era toda blanca, era un poco sosa y me desanimaba. Pero ya tendría tiempo para decorarla a mi manera. De momento empecé a vaciar las maletas y a colocar alguna cosa en la estantería y en el armario.
Saqué unos marcos con fotos. La primera era de mi familia, salía con mis padres y mi hermano hace unos años cuando fuimos a Venecia. la verdad, echaba de menos a mi padres no podía creerme que ya no vivía con ellos. En realidad no quería llegar tan lejos. Ahora estaba viviendo a no se cuantos kilómetros de ellos, con una amiga que había conocido por Skype con un hermano buenorro y su madre que vivía sola. Estaba loca, no se como pude dejar a mis padres. Empecé a llorar mientras recordaba los momentos que habíamos pasado juntos, la mayoría eran felices y disfrutamos mucho. Otros menos felices como cuando se iban durante semanas o incluso meses y nos quedábamos con niñeras porque eramos muy pequeños. La verdad, tenían bien merecido que nos hayamos ido. Muchos momentos importantes de mi vida los pasamos solos, mientras nuestros padres estaban por fuera, casi siempre en América o África. Lloré. Lloré mucho. Luego saqué otra foto, era de Natalaia y Valentín. Que coño hacía ese capullo en una foto tan bonita. Pero había formado parte de mi vida, y una parte que me ha dado mucho de que reír y alegrarme pero la forma en lo que todo acabó, mediante engaños, me hizo llorar más. De repente empezaron a llamar a la puerta. Me intenté secar las lágrimas. 

   - Pasa Angela.

  - No soy Angela, Ali mi nombre es Wes. - Me dijo sarcástico. Aunque yo no estaba para reír. ¿Ahora era simpático? Bipolar.

   - Ah, hola Wes. - le dije secamente.

   - Antipática.

   - ¿Antipática, perdón? - le mire cínicamente, me daban ganas de darle, será capullo.

   - Sí, antipática. ¿Te pasa algo?

   - Pero si eres tú el que está todo el rato super seco conmigo, ignorándome o pasando de mi.

   - Perdón Ali esto es raro para mí.

   - ¿Raro el qué?

   - No sé como decirlo, da igual. ¿A ti que te pasa Ali? Estabas llorando. - que observador él...

   - Déjalo Wes, es una tontería.

   - ¿Enserio? Bueno, como hemos empezado con mal pie volveremos a empezar.- Wes se levanto de mi cama.

   - Mi nombre es Wesley, Wesley Voje, ¿ y tu eres...? - Era un chico majísimo en realidad, me hizo reír mucho. Yo también me levanté de la cama.

   - Yo soy Alicia, Alicia Pla. Encantada. - dije sonriéndole.

   - ¿Quieres venir mañana a dar una vuelta? - me soltó de repente, mientras se me iba acercando.

(Narra Natalia)

Con todo este cabreo que llevaba conseguí dormirme pensando en Ali. Mañana la llamaría. 
Oí el ruido de las persinas, fui a abrir los ojos pero casi me quedo ciega.

   - Nat, las 8:30 arriba, que vas a llegar tarde. - me dijo mi madre.

   - Ya te dije que no iría, no sé para que lo intentas.

   - Te espero bajo, ya tienes el desayuno en la mesa. ¡Y levántate ya! - pegó un portazo y se fue. Al rato llegó mi padre.

   - Nati, cariño, yo me voy a trabajar ya, venga levántate y no le hagas enfadar a tu madre.

   - Para que ir si ya no quiero vivir, me gustaría quedarme en la cama todo el día. Además esa señora no me va a ayudar, no me entenderá, es una pérdida de tiempo.

   - Esa señora es psicóloga por algo, además es amiga de tu madre y es de confianza. Su casa está cerca de aquí, no seas tan vaga y levántate.

   - ¿Si me levanto, me llevarás a Londres? - le pregunté quitándome la almohada de la cara.

   - Ya veremos, venga ves a la ducha. - no le creo sé que lo dice para que me levante, no tenía ganas de discutir ahora. Voy a ir a ese lugar y será la última vez que vaya. Me levanté, me duché y me puse esto:
Bajé a la cocina y cogí un papel con la dirección de la casa. No quise desayunar lo que generó una pelea con mi madre. Me fui finalmente a la parada de bus con una manzana que ni probé. Antes de subir al bus se la di a un pobre que había en la esquina, por lo menos ayudaría a alguien.
Llegué a una casa, que se suponía que era el psicólogo. Llamé y me atendió una chica, que debía ser su secretaria.

   - Buenos días, mi nombre es Natalia. Vengo a ver a Laura, la psicóloga. - me daba asco decir eso, estaba yendo a un lugar para locos, ¿qué coño hacía con mi vida?

   - Sí claro, ahora está atendiendo a un chico, ve a esperar a la sale de espera.

La sala de espera era así, todo muy moderno y eso:



 Mientras esperaba estaba con el móvil para ver si Ali me daba señales de vida. De repente una puerta se abrió y salió un chico sonriente. Vi que se dirigía hacía mí, vaya por dios.

   - Hola. - me dijo el chico. Entre en estado de shock. A ver si en realidad si que estaba loca. ¿Me estaba hablando a mi ese chico tan guapísimo?

   - Hola. - dije tímidamente.

   - Mi nombre es Lucas, ¿Y tú eres? - el chico era majísimo, me ponía un poco nerviosa hablar con él la verdad.

   - Yo, yo soy Natalia. Bueno Nat... o Nati. - se lo dije todo muy rápido, creo que ni me entendió. Me sonrió y soltó una pequeña carcajada, me ponía y mucho. ¿Qué haría un chico así aquí?

   - Me gusta.- me dijo.

   - ¿Cómo que te gusta, el qué? - le contesté, aiii me gustaba hablar con él.

   - Tu nombre, mi hermanastra se llama así.

   - ¿Ah si? Bueno. - le contesté nerviosa.

   - ¿Y qué haces aquí? Si me permites preguntar, claro. - Oii! encima era caballeroso, me iba a dar un infarto. Su pregunta me pilló desprevenida. No le iba a decir que estaba loca, que me cortaba y que no tenía muchos amigos por mi timidez y mi poca sociabilidad.  

   - Eh, bueno... Es que tengo varios problemas.

   - Aja. - Me contestó interesado, esperando a que le siguiera contando. ¿Qué más le decía?

   - Pues mi mejor amiga se ha ido a Londres a vivir, y bueno estoy totalmente sola ahora.

   - ¿Sola? Una chica tan preciosa como tu. No me lo creo. - Ay dios ya empezaban sus ligoteos.

   - Creetelo, soy muy tímida. Y cuando llevan toda una vida metiéndose contigo al final cansa.  

   - ¡Natalia, eres la siguiente! - interrumpió nuestra bonita conversación Laura, la psicóloga. Miré a Lucas y me dijo:

   - Tranquila, entra que yo te espero aquí fuera. - mientras lo decía, sacaba su móvil del bolsillo. 

Ahora si que estaba en estado de shock. Le sonreí y entré en la consulta.


-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

GRACIAS POR COMENTAR. LOS COMENTARIOS NO AYUDAN MUCHO EN REALIDAD. OS QUEREMOS.